En una entrevista con Entertainment Weekly, el productor de la cinta –Peter Del Vecho– reveló que Elsa era la villana cuando el proyecto comenzó a desarrollarse. Ella actuaba como la «autoproclamada Reina de las Nieves» y era maldad pura con una historia inspirada en el cuento clásico de Hans Christian Andersen. Además, este personaje y Anna no eran hermanas.
«Empezábamos con una villana femenina y una heroína inocente, y el final involucraba una batalla épica con monstruos de nieve que Elsa había creado para su ejército», dijo.
Con el fin de detener el ataque, el príncipe Hans provoca una avalancha, no importándole destruir todo el reino de Arendelle. Anna termina por convencer a Elsa para que ayude a detener este suceso y ahí se revela que el monarca es el verdadero antagonista de la historia.
Sin embargo, el director Chris Buck y el resto del equipo no estaban satisfechos con la conclusión, sintiendo que no era lo suficientemente original y que había un problema con la forma en la que la reina era descrita en toda la película.
«No teníamos una conexión emocional con ella –no nos importaba porque durante toda la cinta era una villana», explicó.
Para evadir la típica solución del beso del verdadero amor, Buck tuvo la idea de que Elsa salvara a Anna de algún tipo de muerte.
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